Cuando sea grande quiero ser conductor de Transmilenio. Ir por toda la autopista a increíbles 60 kilómetros por hora (eso debe ser mucho), y ver como los arbolitos quedan atrás y mecen sus ramas mientras dicen chauuu. Y llevar rápido a las personas a sus trabajos y casas, y sonreír desde mi silla acolchada con mis gafas negras y mi pelo engominado. Ayer le conté mi sueño a mi papá. Me regañó diciendo que tenía pobres aspiraciones. Creo que él es muy grande y nunca aprendió que querer cumplir un sueño, es la más grande aspiración que un hombre puede tener.
Micar Dozocru II
La Vida en cien palabras, palabras en colores. Cien historias, una vida, desde hoy hasta la muerte
sábado, 12 de febrero de 2022
miércoles, 24 de marzo de 2021
Libertad apuñalada
Gata caprichosa acechó sin levantar sospecha. Se lanzó, la atrapó y observó unas alas vibrar bajo su garra. Giró su cabeza de lado a lado, como quien mira cosa extraña. Mariposa muda gritaba. Gata se descuidó y Mariposa escapó hasta un hueco próximo en donde la zarpa, igual cabía. Se arrinconó para no ser asesinada, pero sus alas fueron alcanzadas. Cien veces su libertad apuñalada. Cuando el amo vio la situación, exploró el hueco y la vio gravemente herida. La tomó delicadamente, poniéndola segura. Observó por horas agitar sus destrozadas alas, hasta que se detuvieron. Como tu corazón un día
miércoles, 11 de diciembre de 2019
El viejo
El viejo ha recibido los azotes del viento en la comisura externa de sus ojos, no ve de cerca, ni de lejos, la distancia ya no importa. Tiene las orejas hinchadas de tanto secreto que trajo el tiempo. Sus labios dicen poco, los años enseñaron prudencia. Sus carnes blandas, la vida lo paleó hasta suavizarlo, sus manos débiles de cansancio que acumuló al amasar el pan de cada día. El viejo morirá pronto y lo hará con amor contenido. La vieja experimentó lo mismo, pero vivirá hasta entregar su última gota de afecto y partirá callada, usualmente, después del viejo.
martes, 28 de mayo de 2019
La cita
Recuerdo
ese día que te mordí. Evoco tu sangre deslizándose por mi boca, impregnando
cada grieta de mi lengua geográfica ¡esa sensación de estallido de todos mis
sentidos! Lástima que me hayas abandonado y que nunca más te volví a ver. Hoy
vengo a la odontóloga. Ella es muy viejita, tranquila pero violenta, me hace sangrar
toda la encía. Lo bueno de esta dolorosa cita, es que toda esta sangre me hace
recordar nuestros tantos besos apasionados sabor a hierro, lo malo es que el
dolor también me recuerda tu partida. Estoy en ansiosa cuenta regresiva para mi
próxima consulta
La niña negra
En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Querido papito Dios, hoy
en la escuela un niño me pegó y me gritó “negra fea” … ¿por qué me hiciste
nacer en un pueblo pequeñito en donde nadie es como yo? … Mi mamita me consiente
mucho y dice que soy la que a su vida le pone color, pero últimamente sólo
cuida a mi hermana. Es que ella tiene tosferina, desde que está enferma, se
puso más blanca y su pelo se ve claro. ¿Podrías darme tosferina para que ya nunca
más me griten cosas feas?
jueves, 5 de julio de 2018
El grito
Estaba cansado de toda una vida de manos y orejas heladas,
nariz roja y congestionada. Odiaba y maldecía esta ciudad que los demonios
fijaron en la cumbre de los Andes, en donde nunca había verano, sólo invierno y
nubes. Siempre dijo preferir el calor al frío, lo comprobó cuando conoció el granizo.
Intentó decirles que regresaran, que el frío era detestable, que ahora lo
paralizaba. Pero fue imposible gritar por que el peso del hielo le impidió
moverse, y el agua helada le dejó un río congelado que se fijó como tres dagas incrustadas
en sus fosas nasales y garganta
lunes, 19 de septiembre de 2016
El cuento más dulce
En la tarde, en la fiesta de principito, princesita tomó
toda clase de dulces, postres y palomitas de maíz que había disponible. En la
noche, cuando dormía, princesita despertó debido a un fuerte dolor abdominal. En
seguida vomitó todo tipo de salsas y gomas de colores. Papá también despertó y
tuvo que lavar su cuerpo y pelo pegoteado, olorosos a ácidos azucarados. En la
mañana, papá sacó la ropa de la lavadora y, cuando sacudió las prendas, contempló
una lluvia de cascaritas de maíz que se depositaron en toda la casa. Papá soltero
sonrió. Estaba viviendo, ¡el cuento más dulce!
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